La espina bífida y su relación con el entrenamiento de fitness es un tema relevante entre las miles de personas que se acercan a los gimnasios en busca de adentrarse en el mundo del ejercicio físico. Muchos de estos individuos padecen enfermedades, ya sean casuales, genéticas o congénitas. Algunos de estos padecimientos requieren de un enfoque especial en el entrenamiento, para lo cual se precisa la asesoría de un profesional debidamente capacitado en la planificación de actividades.
La espina bífida es un tema crucial en el ámbito del entrenamiento físico, y conocer cómo abordarla es esencial para disfrutar de un ejercicio seguro y efectivo.
¿Qué es la espina bífida?
La espina bífida es un defecto congénito del tubo neural que ocurre durante el desarrollo embrionario. En este trastorno, la columna vertebral del feto no se cierra completamente, lo que puede llevar a problemas en el sistema nervioso y otras complicaciones de salud. Puede causar problemas en el funcionamiento de las piernas, la movilidad y otros desafíos físicos
Sin embargo, ¡esto no significa que el ejercicio esté fuera de la ecuación!
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¿ Cuántos tipos de espina bífida existen ?
| TIPOS | EXPLICACIÓN |
| Espina Bífida Oculta | En este tipo, la abertura de la columna vertebral es muy pequeña, y la médula espinal no sobresale. Puede pasar desapercibida y no suele causar problemas graves. |
| Meningocele | En este caso, las capas externas de la columna vertebral (las meninges) sobresalen a través de la abertura en la columna, pero la médula espinal no está afectada. A menudo, se puede corregir con cirugía. |
| Mielomeningocele | Este es el tipo más grave. La médula espinal y las meninges sobresalen a través de la abertura en la columna vertebral, lo que puede causar daño nervioso significativo. Requiere cirugía para cerrar la abertura y, en algunos casos, tratamiento adicional para abordar problemas asociados. |
¿Se puede entrenar fitness con un padecimiento de espina bífida?
El entrenamiento para quienes tienen espina bífida requiere un enfoque adaptado y personalizado. Trabajar con un profesional capacitado en fitness es fundamental.
Estos expertos pueden crear programas específicos que incluyan ejercicios de bajo impacto, fortalecimiento muscular focalizado y técnicas de movilidad que se adapten a las necesidades individuales.
Ejercicios recomendados
- Entrenamiento de fuerza: El fortalecimiento de los músculos centrales y de soporte puede mejorar la estabilidad y la movilidad.
- Cardio de bajo impacto: Actividades como la natación o el ciclismo son excelentes opciones para el ejercicio cardiovascular sin poner demasiada presión en la espalda o las piernas.
- Flexibilidad y estiramientos: Estos pueden ayudar a mejorar la postura y reducir la rigidez muscular.
¿Cuáles recomendaciones se les daría a los practicantes y entrenadores sobre este punto en particular?
Recomendaciones para los practicantes:
Consulta médica: Antes de comenzar cualquier programa de entrenamiento, es fundamental hablar con el médico o un profesional de la salud.
Trabajar con un fisioterapeuta especializado en espina bífida. Pueden diseñar un programa de ejercicios adaptado a tus necesidades y ayudarte a mejorar la fuerza, flexibilidad y coordinación.
No olvidar que la capacidad de realizar ejercicios específicos, varia según la gravedad de la espina bífida y las condiciones individuales.
Mantener una buena postura durante los ejercicios para minimizar el estrés en la columna vertebral y las articulaciones.
En personas con este tipo de padecimientos, la fuerza muscular tiende a ser reducida.
Prestar atención a las señales de tu cuerpo. Si se siente dolor, molestias o fatiga excesiva, detenerse y ajustar la rutina de entrenamiento según sea necesario.
Introduce variedad en tu rutina de ejercicios para trabajar diferentes grupos musculares y evitar la monotonía. Eso ayuda a prevenir desequilibrios musculares.
Realizar calentamientos y enfriamientos adecuados «antes y después» del ejercicio para preparar y recuperar tus músculos.
